Tras pedir informes en el lugar mismo, lo primero que nos anuncian es: "se trata de un departamento pequeño, de una sola recámara, para una sola persona" y vaya que lo es.
Es un espacio de unos 40 metros cuadrados, quizás menos. Una recámara, un baño, cocina (muy pequeños los dos) y estancia. Casi no entra luz, lo que da una sensación de claustrofobia probablemente sólo apta para alguien que quiera llevar su depresión a límites insondeados. Y si a eso le añadimos el precio de la renta (3,450.00 pesos mensuales) tenemos una combinación para el perfecto masoquista.
Creo que lo único rescatable es el tablero con timbres de color en la entrada. Pero para todo vendedor hay un comprador y supongo que este departamento no será la excepción. Los informes los dan en la portería.
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